lunes, 27 de febrero de 2023

LECTURA COMPLEMENTARIA

 SOBRE EL CUERPO COMO UNA CONSTRUCCIÓN

LETICIA GONZALES “PENSAR LO PSICOMOTOR”


La especie humana no sabe de su cuerpo si no es a partir de otro. El hombre no desenvuelve por sí solo los dispositivos genéticos de lo que denominaremos el proceso de constructividad corporal.

Cuando un ser humano nace se establece una ruptura de la adecuación natural con la que contaba en el vientre materno. En la cultura esa ruptura está señalada por el llanto del bebé en el momento del nacimiento. Se interpreta como el inicio de la disposición adaptativa al nuevo ámbito, es la primera situación de búsqueda-encuentro que el sujeto establece con otro diferente a sí, es el primer intercambio que el bebé establece con el medio y que se articula a nivel de la estructura tónica, a nivel de su cuerpo.

El cuerpo es en construcción en y para la relación con otro. Es a partir de otro que el cuerpo de un sujeto se va construyendo y sabiendo de dicha construcción.

La presencia del otro materno soporta otorgando un sentido al cuerpo y posibilitando el cumplimiento de procesos, órdenes y otros caracteres que enuncian la neurofisiología y la psicología.

Los cuales en un principio se integran a nivel la estructura tónica. Las modificaciones que experimenta y evidencia dicha estructura tónica y que según las respuestas del otro se caracterizan, van construyendo el primer código de comunicación entre el sujeto y el medio. Código tónico-postural absolutamente particular, singular y propio a cada sujeto. Y sobre el cual un mismo y otro van tomando efecto, registrándose a nivel de lo agradable, lo que se quiere mantener, lo equilibrado -distensión- por oposición a lo que molesta, genera tensión, lo que no se quiere y no se busca Situamos en dicha experiencia tónica y en el diálogo tónico-postural uno de los primeros lugares donde se ponen en marcha los procesos del desarrollo psicomotor a lo que nombraremos como el proceso de constructividad corporal.

El tono vehiculiza la primera modalidad de ser en el cuerpo con que el sujeto cuenta, la primera modalidad de aprehender sobre y sobre el otro.

La estructura tónico postural es el primer índice del proceso de constructividad corporal del ser humano.

El tono, con su juego de tensión y distensión, se integra en la estructura de movimientos reflejos y pone en evidencia a través de las respuestas tónico-posturales y motrices el carácter expresivo de comunicación que es propio a su función. Es el primer momento del desarrollo del bebé que según – según Ajuriaguerra- “para pasar de los reflejos a los actos del hombre, ha de sentir la resistencia del medio en forma de estímulos procedentes del exterior, que quebrantan su equilibrio organizativo.” Esta primera fase del proceso de constructividad corporal se caracteriza por el desarrollo de la estructura refleja y la organización tónico-postural. El cuerpo orgánico del bebé está significado por la presencia de su madre que le otorga un sentido a cada una de sus producciones como ya lo hemos mencionado: niño-madre constituyen un solo cuerpo: el cuerpo del niño es objeto del accionar del adulto.

Ese cuerpo que siendo objeto del movimiento del adulto comienza a producir miradas, sonidos, manipulaciones, contactos, movimientos que van relevando a nuevos y propios códigos, aquellas formas de la relación con el otro y con el propio cuerpo que en un principio se desarrollaban a través de la organización tónico-postural y en el dialogo tónico-postural. En este camino se llevará a cabo la construcción paulatina de la próxima fase de constructividad corporal denominada del cuerpo instrumental.

La construcción del cuerpo instrumental se lleva a cabo a través de las leyes de maduración del sistema nervioso.

  • El sujeto accede desde las posturas de flexión a las posturas de extensión: del cierre, del apego, la búsqueda de cuidado, a la apertura y la autonomía.
  • El sujeto, en su búsqueda, lleva a cabo un uso privilegiado de los segmentos próximos para luego servirse de los distales; la maduración se instala en los segmentos cefálicos para luego acceder a los caudales.
  • El movimiento parte con un carácter global –donde el niño compromete la totalidad del                         cuerpo aún para movimientos pequeños– para llegar al uso independiente de los diferentes segmentos corporales.              
  • El movimiento se desarrolla desde un estado de estatismo a una progresiva conquista de lo dinámico.
  • Del cuerpo que es conducido, orientado por otro, al desplazamiento por mismo (maduración postural).
  • Estas situaciones de dinamismo, de búsqueda activa del niño se observan primero en la zona orofacial, luego en la mirada, en la sonrisa y en la audición: y en un tercer momento, en la prensión voluntaria.

Como ya lo hemos planteado, denominamos a este momento donde el niño privilegia el plano motor y la conquista del espacio como elemento primordial de relación con el otro y consigo mismo: fase del cuerpo instrumental, la que se organiza tercer momento, en la prensión voluntaria. El mirar, el escuchar, el hablar y el tomar ya no es recibir, ya no es ser objeto de: cuando el bebé toma tiene la posibilidad de ser sujeto que agarra, tira, sacude, da vueltas, hace ruidos, modifica a los objetos; desplegando en dichos actos un interés, una intención, un descubrimiento que no sólo benefician la maduración de las funciones, sino que se trata de la afirmación de un mismo.

Se va dejando la búsqueda por placer funcional, es entonces la intención la que revela al placer funcional determinando la construcción del cuerpo instrumental ya mencionado, y que se produce a partir de la organización y desenvolvimiento del plano motor y que observa en el equilibrio estático (posturas) y dinámico (de los miembros inferiores y superiores).

En síntesis, situamos en la intención uno de los caminos a través del cual se produce el relevo del cuerpo tónico al cuerpo instrumental, momento a partir del cual los intercambios que el sujeto establece con otro diferente de se evidencian en el desenvolvimiento de la postura-motricidad.

El plano motor que esta sostenido por el cuerpo tónico (por la fase anterior) a la vez da continente a dicho cuerpo tónico. El espacio adquiere junto con la organización de la temporalidad y causalidad evidencia y presencia; ya no se usan solamente los pequeños espacios del cuerpo, el niño sale a correr el espacio, se separa cada vez más del cuerpo del adulto tomando el tiempo, el espacio y causalidad de sus acciones otra significación y desenvuelve a partir de las siguientes variables relacionales; prensión voluntaria, desarrollo postural, desarrollo de la coordinación dinámica general y desarrollo de la coordinación de miembros superiores.


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